A levante de la localidad, y bajo la montaña del Puig Rom, se encuentra el puerto de Roses, uno de los primeros puertos pesqueros de Cataluña.
La descripción de Roses como puerto natural se remonta al año 218 a.C., cuando los romanos desembarcaron por primera vez en la península Ibérica atraídos, sin duda, por las excelentes condiciones naturales y geográficas de la bahía de Roses, así como por su situación estratégica y su buena comunicación.
En la época medieval (s. XIII-XIV), el puerto de Roses perteneció al condado de Empúries y fue escenario de numerosas batallas navales, la mayoría contra tropas francesas.
Durante los siglos XVIII y XIX, Roses fue uno de los puertos estratégicos en la intensa ruta comercial de cabotaje con Francia e Italia.
Ya en el siglo XX, concretamente en el año 1902, se aprobó el primer proyecto de puerto artificial. Así, el hasta entonces puerto natural de Roses se vio dotado de un muelle comercial. En 1930 se aprobó un segundo proyecto que complementaba el anterior. Desde los años treinta y hasta finales de los sesenta se llevaron a cabo sucesivas ampliaciones y mejoras, las cuales han conformado el puerto actual.
Durante el último siglo, el puerto de Roses ha experimentado una evolución histórica, social y económica fruto del retroceso del comercio marítimo y el inicio de la actividad pesquera. Actualmente se ha convertido en uno de los tres puertos pesqueros más importantes de Cataluña, tanto en volumen de capturas como en número de barcos.